Jesús Márquez Finol |
Motilón
Jesús Márquez Finol,
nació el 14 de agosto de 1936 en Cabimas, Estado Zulia. Su madre, Laura Rosa
Finol (Doña Luisa), es costurera y de oficios del hogar. Su padre, Maximino
Márquez, chofer y mecánico. Así es la familia de este hijo de la clase trabajadora,
que desde muy temprano inició sus andanzas por la vida luchando y construyendo
una Venezuela democrática y popular.
Al mudarse la familia a
la Villa del Rosario, lo inscriben en la Escuela Ziruma. Al verlo, el maestro
lo apoda: "El Motilón". También cursó estudios secundarios en el
liceo Simón Bolívar de San Cristóbal, Estado Táchira, donde inicio a su
activismo contra la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Luego, retorna
al Zulia donde estudia Economía en la Universidad del Zulia a la par que se
certifica como locutor para luego comenzar sus labores en la radio. En la
Universidad, se destaca como líder estudiantil y asume la Secretaria de Acción
Democrática, partido al cual abandona, a los pocos años por no representar los
intereses del pueblo.
“El Motilón”, se une al
Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, surgido de la división de Acción
Democrática, desde donde despliega toda su capacidad revolucionaria
comprometida radicalmente con las aspiraciones de la clase trabajadora. En
1962, se muda a Caracas para impulsar al MIR, a la guerrilla urbana y los
Frentes Guerrilleros Ezequiel Zamora, primero, y luego el Frente Antonio José
de Sucre en el Oriente del país. Vive en la residencia estudiantil de María
Olivo, (madre de la guerrillera Olivia Olivo). Con el esposo de María
organizan una célula del MIR. En esta
residencia conoce a Gladys Azuaje, estudiante de Historia, con quien se casa en
1964 y conforman una familia a la que se van sumando sus 4 hijos: María Luisa,
Hildemar, José Manuel y Gladys Carolina.
Se inscribe en la
Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, pero por sus
compromisos revolucionarios, para 1963, sube a las montañas de “El Bachiller”
en el Estado Miranda para incorporarse al Frente “Ezequiel Zamora”, donde están
Américo Silva, Trino Barrios, Gabriel Puerta. Iván “Coquito” González, Félix
Leonet Canales, Desiderio Canelón, Juan Ramón Ortega, Evencio Motabán,
Heriberto Cartagena, entre muchos otros.
En 1964, funda la célula
Nguyen Van Troy, en tributo al revolucionario vietnamita fusilado por el
imperialismo norteamericano el 15 de agosto de ese año. El 1 de diciembre de
1966, por una delación, el SIFA y la DIGEPOL, allanan su apartamento. Los 8
detenidos son incomunicados y torturados; a Motilón le desprenden la mandíbula.
A los 3 meses lo trasladan al Cuartel San Carlos, luego a la Isla de Tacarigua
denominada por el pueblo "Campo de Concentración Rafael Caldera",
después fue llevado a la Cárcel Modelo. Tras años de dolencias, le operan la
mandíbula en el Hospital Militar desde donde se fuga con una soga del piso 8 donde estaba recluido, fuga que se convierte en el escape más espectacular del
momento.
Dos meses después, el
gobierno de Caldera le quita la vida, después de haber desplegado una cacería sostenida contra “El Motilón” apoyada en una
campaña de desprestigio desarrollada en la prensa cooperante del régimen de
turno con el objetivo de ir justificando su posterior asesinato. En la Avenida
Los Cabillos, fue cegada su vida por traidores como Carlos Nuñez Tenorio, Omar
Debona, pero jamás podrán borrar su ejemplo de inquebrantable firmeza y
dignidad revolucionaria. Para ese momento formaba parte de la Dirección
Nacional del Partido Bandera Roja el camarada se incorpora en 1970, luego de la
División del MIR en 1969.
El 1 de Marzo de 1973,
una jauría de policías del (SIFA. Servicio de Información de las Fuerzas
Armadas. Hoy DGIM. Que traducen "Dirección General de Inteligencia
Militar"), y (la Disip, Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención. Hoy SEBIN Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) fueron tras “El Motilón”, revolucionario
quien solitariamente y desarmado transitaba por las Calles de la Avenida Los
Jabillos de la Urbanización La Florida de la Ciudad de Caracas. Había sido
detectado por los aparatos represivos del Estado, los cuales le montaron una
cacería con agavillamiento y saña, porque sabían de la talla revolucionaria de
este camarada, quien ya había dado muestras ante su enemigo de su temple y
convicciones libertarias. Los asesinos le temían, y como todos los cobardes,
especialmente los delatores que como pandilla “son valientes”, se le
abalanzaron en grupo para acribillarlo por la espalda y rematarlo con tiros en
la cabeza, la cual le quedó totalmente despedazada y sin masa encefálica.
Todavía muerto tuvieron miedo de quien demostró ser un auténtico
revolucionario.
Jesús Márquez Finol, “El
Motilón”, luego de ser masacrado aquel 1 de marzo de 1973 en Caracas, los
esbirros del régimen secuestran su cadáver y es Gladys Azuaje, su compañera,
quien lo localiza en el Hospital Militar, justo antes de ser llevado a la Villa
del Rosario, Estado Zulia, para enterrarlo sin presencia familiar. Su esposa –
camarada señala, que "Sólo una sábana cubría su cuerpo, tenía hematomas y
quemaduras de balas en la cara y toda la parte posterior de la cabeza, está
rellena de algodón, por la pérdida de la masa encefálica". El cuerpo es
llevado en helicóptero hasta una finca zuliana militarmente custodiada. De allí
al cementerio, donde niegan el paso a padres, familiares y amigos. El Gobierno
de Rafael Caldera, como ya era costumbre oculta el crimen político cometido
contra “El Motilón”, quien dejó en el corazón y la mente de los
revolucionarios, la enseñanza imborrable de su posición indoblegable ante el
enemigo, su temple y perseverancia en esta lucha, en la que no debemos
descansar hasta vencer al capitalismo y hacerlo desaparecer de la faz de la
tierra.
Jesús Márquez Finol,
forma parte de esa pléyade de revolucionarios que dieron su vida por la
construcción de una sociedad con justicia social, bienestar y progreso enmarcada
dentro de una democracia popular. Hoy vemos como unos revisionistas reformistas
y colaboracionistas han intentado manipular o borrar de la memorias de los pueblos
los nombres y los sacrificios que tantos hombres y mujeres han hecho por la
revolución el socialismo y el comunismo en Venezuela y el mundo. Y también por
aquellos arribistas que se asientan en el poder, sin haber movido un dedo por la
revolución,
“El Motilón”, les opaca la historieta que se
han venido construyendo para justificar la posición que han alcanzado
oportunistamente. Sin embargo, no podrán hacer desaparecer la impronta dejada
por la real historia de la lucha de los pueblos por su emancipación. Muchos
vendrán y la reencontrarán para continuar la marcha indetenible y arrolladora
de la fuerza popular, y serán ellos, las banderas revolucionarias de estas
marchas las cuales levantaran los trabajadores en lucha, no al oportunismo ni y
la traición
*La lucha
por darle al pueblo de Venezuela una patria de progreso, equidad y justicia
social sigue vigente después de tantos años. Y hoy más que nunca ante este
régimen revisionista y neoliberal que ha robado y manipulado la historia a su
antojo y gusto para arroparse con las luchas y los sueños de los socialistas y
comunistas de Venezuela y el mundo
VIVA BANDERA ROJA
VIVA EL SOCIALISMO
VIVA LA VANGUARDIA
POPULAR
VIVA EL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO.
**Contáctanos infórmate y propaga. http://partidobanderarojav.blogspot.com/
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